Autopistas aéreas por concesión

La política de movilidad urbana ha sido errónea en nuestro país o al menos los resultados son muy pobres. El atraso en infraestructura vial es evidente. No se ha aprendido de la manera cómo las grandes ciudades del mundo han resuelto el reto de la movilidad urbana.

El dinero privado, las concesiones, para construir sistemas de movilidad urbana son la más eficaz solución. En lugar de gastarse el escaso presupuesto público en vías para los vehículos particulares, la inversión privada para la movilidad como política pública, es la nueva herramienta para el crecimiento de una sociedad.

Medellín, Bogotá y las grandes ciudades siguen utilizando el dinero público para hacer obritas viales que nada resuelven. Colombia ocupa el puesto 72 en el mundo en número de vehículos por habitante. Esto indica que en las ciudades colombianas no hay muchos vehículos, hay pocas vías. Y el resultado es desastroso: Atraso vial que hace perder competitividad y empleo; y legitimación de la medida pico y placa que es un recorte a las libertades públicas y que desanima a los inversionistas.

En Medellín, por ejemplo, no se ha hecho ninguna autopista urbana en los últimos 8 años. El balance vial de las dos últimas alcaldías es muy pobre. Las únicas propuestas de solución a la movilidad son, o la ciudad de los semáforos, o la ciudad del pico y placa. El Alcalde Fajardo ordenó un día de pico y placa. EL Alcalde Salazar aumentó a dos días de pico y placa semanal. Si se elige otro alcalde con la misma política de Salazar, tendríamos el próximo año tres días de pico y placa a la semana.

Hay dos tipos de dirigentes. Los que maquillan los problemas y los que solucionan los problemas. El pico y placa es maquillar los problemas. Un día de pico y placa es guardar el 20% de los carros para, en apariencia, disminuir la tensión de la lenta movilidad. Y dos días de pico y placa es esconder el 40% de los carros para hacer creer que la movilidad está solucionada. El Pico y Placa es maquillaje y no solución del problema.

Para que se muevan las ciudades hay que acudir a las concesiones viales urbanas. Autopistas aéreas o subterráneas por concesión son la solución donde el tráfico sea alto. El país ha ensayado muchas concesiones pero las ha hecho donde el nivel de tráfico es bajo, lo cual no garantiza el éxito. A nivel urbano la rentabilidad de las autopistas aéreas está garantizada y son exitosas.

La inversión privada para la movilidad como política pública, es una estrategia que hay que fortalecer en las ciudades para darles competitividad y progreso.

Medellín está lista para construir una autopista aérea de 20 carriles a lado y lado del Rio entre Bello y Caldas. Por un acuerdo del Concejo de la Ciudad en 1950, a lado y lado del Rio Medellín hay 60 metros separados para la movilidad de la ciudad. Esa medida es un patrimonio invaluable que nos dejaron los dirigentes públicos visionarios de hace 60  años. Sin ese legado, sin ese espacio a lado y lado del Rio, en Medellín sería más fácil andar a pie que en vehículo.

La inversión en esa autopista aérea estaría cercana a los $2.000 millones de dólares, genera cerca de 80.000 empleos en la ciudad y se crea un sistema de movilidad metropolitana ágil que hoy no existe.

Al tradicional Barrio El Poblado, por ejemplo, lo están acabando pues lo están convirtiendo en Corazón del Sistema Vial Metropolitano. Como barrio cada vez lo segmentan más. Como comunidad, va desapareciendo. Como espacio ambiental con buena calidad de vida, cada vez lo deterioran más por la contaminación ambiental, alto tráfico, construcción indiscriminada de vías, y altos niveles de ruido. Los que van y vienen de Envigado pasan por el Poblado. Los que van y vienen de Sabaneta pasan por el Poblado. Todos quienes van a los municipios del Oriente pasan por el Poblado. Y la culpa del pesado tráfico se le asigna sólo a los habitantes de ese barrio. Los habitantes del Poblado pagan por todo, hasta por resolver la movilidad de otros municipios metropolitanos y por los de Oriente Antioqueño.

Una autopista aérea por concesión a lado y lado del Rio Medellín, con conexiones directas a los túneles, sería un nuevo sistema de Movilidad Metropolitana, pues el que existe hoy está agotado. Y así, quedaría el Barrio El Poblado descongestionado pues los que van a Envigado, a Sabaneta y a los municipios de Oriente no tendrían que pasar por EL Poblado.

Esas autopistas aéreas por concesión permitirían construir por debajo y sin peaje, amplios carriles solo para motos, de Caldas a Bello y de Bello a Caldas, para acabar la accidentalidad y la tensión entre el carro y las motos.

Traer $2.000 millones de dólares de capital privado para mover la ciudad es una  revolución para la movilidad, para el empleo, y para un nuevo pensamiento de ciudad. Y es solucionar de por vida la movilidad urbana.

Y el dinero público que es escaso y que ahora se invierte en remiendos al sistema vial, se destinaría para el progreso social que la gente necesita.