¿Puede aplicarse valorización en obras rechazadas en consultas populares?

La esencia de todo Tributo de Valorización es construir obras de desarrollo que le den más valor a los bienes raíces del entorno beneficiado. Para que la Inversión privada sea exitosa como política pública, la obra que se ejecute por Valorización tiene que valorizar.

La Valorización fue un instrumento vital de desarrollo urbano para la Ciudad de Medellín en el pasado.  Hoy se confunde valorización con solución a problemas de tráfico. De hecho, para una persona menor de 30 años, la Valorización no tiene ningún sentido generacional.

Distinta es la situación en los Municipios de Oriente Antioqueño, por ejemplo. Allá son tierras promisorias para el desarrollo, la gente es pudiente, pero poseen un sistema vial muy precario. Allá, un modelo de Valorización sería un excelente instrumento para construir un sistema vial de última generación. No deben desperdiciar esa oportunidad. Qué bueno sería que el próximo Gobernador proponga que Oriente tendrá un sistema vial contemporáneo, Y que SE IMPONGA LA TAREA de crear una comisión de sabios viales, que proponga construir el mejor Sistema Vial de Colombia, con base en el derrame de la Valorización. Pero para Medellín, la Valorización en el Poblado ya pasó de moda, y es un instrumento vetusto.
Desde hace muchos años, la Valorización cayó en desgracia con la ciudad y perdió sintonía con la ciudadanía. Desde hace 25 años, la ciudadanía ha rechazado sistemáticamente el tributo de valorización al que consideran una máscara para resolver problemas de congestión vial. Y otra cosa peor: Detrás del Impuesto de valorización siempre nacen entidades burocratizadas, ineficientes, que viven como parásitos del dinero de la gente.

El Periódico Vivir En El Poblado editorializó con gran acierto sobre la decadencia del Sistema de Valorización. Luis Pérez acabó el INVAL que se había convertido en una entidad burocrática y parasitaria. Sin hacer proyecto alguno le costaba al Municipio más de $20.000 millones al año. Luego, el Dr. Sergio Fajardo, de una manera perentoria, dijo que cobraría valorización para todas las obras del Poblado, y terminó sin hacerle vías al Poblado, sin aplicar el tributo de Valorización y con una gran frustración. Ahora también, el Alcalde Salazar ha gastado miles de millones de pesos en suplementos lujosos en medios de comunicación, tratando de convencer que la valorización en El Poblado es imparable. Ya está terminando su mandato y se avizora que la valorización será efectivamente imparable, será inviable.

Y como consecuencia de estos intentos fallidos de revivir un instrumento de desarrollo marchito, crearon nuevamente una entidad pública el Fondo de Valorización (FONVAL), con personas capacitadas y buenas, pero que va camino a la burocratización, pues sin hacer obras por valorización es ya una carga para el Estado, es parásita, y acaba de conocerse que ni siquiera tiene la manera técnica ni de empezar las obras ni de derramar el impuesto. Como hasta ahora, esa entidad no ha derramado la valorización, puede presumirse que vive de gorra de los dineros sagrados del Estado.

Un asunto que merece prioritaria discusión, es que el Barrio El Poblado está siendo deteriorado por una mala planeación de la movilidad de la ciudad. Casi todos los que tienen vehículos en sus desplazamientos están obligados a utilizar las vías del Poblado. Los que van y vienen de Envigado, cruzan por las vías del Poblado. Los que van a los municipios de Oriente, los que van y vienen de Sabaneta, todos utilizan el sistema vial del Poblado.

Y esto obliga a que cada vez hay que un conflicto de tráfico de vehículos, se piensa en construir más y más infraestructura en El Poblado pero NO es para resolver los problemas viales del Barrio, sino la circulación de vehículos hacia otros municipios aledaños. Estudios recientes, indican que de tres vehículos que se mueven en el Poblado, dos no van para ese barrio ni son de habitantes del sector. El Poblado ha pasado de ser un barrio bonito y tranquilo a un cruce de caminos entre municipios vecinos. Y esto deja dos consecuencias. La primera, se observa un deterioro en la calidad de vida de los habitantes de ese sector por el ruido, el atropello al medio ambiente, la destrucción de unidades residenciales que los puentes elevados las destrozan. Y la segunda, los gobiernos quieren cargarles a los habitantes del Poblado todo tipo de tributos como la valorización, con el fin de resolver problemas de circulación vial hacia y desde otros municipios.

Amenazar con aplicar el tributo de valorización sin tener ningún plan vial terminado, ha hecho que el Barrio El Poblado lleve ocho años sin tener respuestas efectivas a la movilidad de quienes habitan la comuna y de quienes tiene el poblado como lugar de tránsito.

Hay un detalle esencial que debe ser estudiado dentro del Ordenamiento jurídico. Aprobar o improbar una obra pública por el sistema de consulta popular, tiene unas consecuencias de obligatorio cumplimiento para los gobernantes. Y el rechazo a una obra por consulta popular, solo se puede cambiar con otra consulta popular o con un acto de mayor jerarquía jurídica. Entiendo que gran parte de las obras que ahora se planean hacer por valorización, fueron rechazadas en una consulta popular en años pasados, lo cual indicaría que dichas obras se podrían hacer pero sin el impuesto de valorización. Tomar la decisión de construir de nuevo por valorización una obra que en pasado una consulta popular rechazó construirla por ese régimen impositivo, pensaría uno que debería primero volverse a realizar la consulta popular para deshacer ese mandato legal del pueblo que se realizó en años pasados. Y que de no ser así, podría traer problemas legales innecesarios al Alcalde.