Los problemas del presente hay que resolverlos pensando que sirvan para el futuro.
La movilidad es el reto más grande que tienen las grandes ciudades. Pero las soluciones de movilidad no pueden arrasar el Medio Ambiente que le pertenece a las próximas generaciones.
El Metroplus es un proyecto vital para Medelln, pero por los cambios improvisados que le han impuesto, la obra vive en el ojo escéptico de la ciudadanía. En medio de la confusión, pasó de un presupuesto inicial de $260.000 millones a cerca de $700.000 millones. Y, durante 9 años de construcción, no hubo claridad de qué tipo de vehículos lo moverán. El Metro y la Alcaldía han manifestado que los buses serán a Gas pero que no se descartan los eléctricos.
La contaminación propiciada por los vehículos es un tema de responsabilidad en el futuro de las ciudades. Cerca del 70% de la contaminación de las ciudades proviene de los vehículos a gas y gasolina. Un autobús convencional emite 1.200-1.300 gramos de CO2 por kilómetro, y andan todo el dia para arriba y para abajo. Un carro particular emite unos 140-150 gramos de CO2 por kilómetro. Es decir, que el bus contamina tanto como ocho o nueve automóviles por cada kilómetro que recorre. De ahí la gran importancia de tener una flota de servicio masivo de pasajeros que sea generosa con el medio ambiente.
La decisión es trascendental. Metroplus es un proyecto para los próximos 100 años, es la inversión regional más grande de la historia, después de la del Metro. Por eso, la escogencia del gas o la electricidad para mover el Metroplus señalará el éxito o el fracaso del proyecto en el largo plazo. Es una gran responsabilidad que la historia juzgará con severidad.
Bueno sería que la Alcaldía estudie sin pasiones la idea de Buses Eléctricos.
Los Buses eléctricos son vehículos amigables con el medio ambiente. Cambian el motor de combustión interna por uno eléctrico alimentado por baterías o guiados por sistemas eléctricos en carriles exclusivos. Y los hay mixtos que pueden salir y entrar de un Sistema Eléctrico Guiado. Además, en vías donde necesitan bajas potencias, operan con gran economía.
Un sistema de vehículos eléctricos es tecnología limpia, no asi el Diesel ni el Gas. Según investigación de la UPB, Las partículas contaminantes del gas natural son menores en tamaño y muchísimo más cancerígenas que las generadas por los vehículos Diesel, con un impacto muy alto en los presupuestos de salud de las ciudades. Los radicales CH4 liberados por mala calibración en un vehículo a gas, generan impactos más severos en la salud que aquellos generados por un vehículo Diesel.
La decisión de vehículos a Gas debería reconsiderarse.
Una flota de buses a gas requiere 30% más de gastos de mantenimiento que los vehículos de Diesel y cerca del 50% más que los vehículos eléctricos. La durabilidad de piezas en un bus movido a gas es de corto plazo y en uno eléctrico es de largo plazo.
Los trenes y los carros eléctricos pueden durar hasta más de 100 años con bajo mantenimiento. Una flota de buses a gas, en 10 años o menos, pueden servir solo para chatarra.
Es cierto que los vehículos eléctricos tienen un valor inicial mayor, pero en duración, mantenimiento, desempeño y consumo energético, son superiores a Gas y Diesel. El Estado debe ser el líder del largo plazo, que es lo que hace a una sociedad próspera. Ahora que se ha decidido que es el Estado el que pagará los vehículos que muevan a Metroplus, es la hora de pensar en el futuro, en el medio ambiente y en la perdurabilidad del sistema.
Y hay razones hasta tan elementales, como que un bus articulado a Gas puede tener dificultades en las carreteras con pendientes significativas. El poder calorífico del gas no generaría suficiente torque para prender y arrancar en pendientes como la zona de Palos Verdes y en zonas similares de la ciudad.
Metroplus con una inversión tan descomunal no puede ser un experimento que si no funciona se cambia. Metroplus no es un ensayo, es la oportunidad de mover la gente de la ciudad en los próximos 100 años. A Metroplus no le cabe más improvisación. Empezar con gas para pensar en cambiar a electricidad, es improvisación imperdonable.
Persistir en la idea del gas, es poner en riesgo los dineros públicos; es perder una oportunidad histórica a favor del Medio Ambiente. El Diesel es importado. El precio del gas es creciente, hay escasez en ocasiones, puede agotarse. Ambos con contaminantes. La electricidad se produce en Antioquia, es limpia, no escaseará. Si el negocio de EPM es la electricidad, es incomprensible que EPM recomiende al Alcalde mover el Metroplus a Gas. Es como si la Federación de cafeteros recomendara Coca Cola en lugar de Café.
Ante la inversión tan gigante de Metroplus y ante tanta duda técnica y ciudadana si debe ser a Gas o Eléctrica, convendría que la autoridad competente hiciera una consulta popular para que se escuche la voz de la gente en un proyecto que marcará una hoja de ruta para Medellín en los próximos 100 años. Escoger Gas en lugar de electricidad sería ya la última improvisación que la historia y el medio ambiente juzgarían con severidad.