EDATEL le ha servido con nobleza a todos los municipios de Antioquia. Hace años, Cuando las comunicaciones iniciaron su acelerado camino, EDATEL logró unir a toda la gente antioqueña no importando a cuántas montañas de distancia se encontraban.
Pero, a medida que pasó el tiempo, EDATEL no logró avanzar a la misma velocidad que lo hace la tecnología y los negocios contemporáneos. Poco a poco perdió vigencia, y la dejaron volver una empresa pasada de moda que viene siendo derrotada por la falta de competitividad.
Sus resultados financieros y sus dificultades tecnológicas indican que le queda poca vida. Desde 2004 viene con unos resultados económicos mediocres y decrecientes. En 2009 no perdió dinero por la generosidad del Gobernador que le encomendó nobles tareas en los municipios, con dineros oficiales. Y todo indica, que terminará el año 2010, perdiendo entre $8.000 a $10.000 millones. Y lo más grave es que no hay medicinas para curar su agonía.
En las crisis hay que adelantarse a los problemas. Antes de que le pongan los santos oleos a EDATEL; antes de que venga una crisis laboral para cerca de 600 empleados; y antes de que llegue una crisis social por un súbito quiebre de las buenas comunicaciones entre los municipios, hay que preparar bien su defunción por el bien de Antioquia y de sus empleados.
Por el bien de Antioquia, porque todos los municipios necesitan servicios de tecnología para seguir conectados a la red y comunicarse no solo con Colombia sino con el mundo, y en fin, porque la competitividad del territorio antioqueño está atada a tener buenos sistemas de comunicación de ultima generación.
Y por el bien de los empleados, porque si no se reflexiona antes de la muerte de una empresa sobre cómo crear un futuro digno para los trabajadores en ejercicio, quedarían cesantes y frustradas muchas familias que han entregado su vida a esa bella empresa y al servicio público.
Prepararse para la muerte es un privilegio. Ignorar un problema es agravarlo. Dejar agotar a EDATEL hasta el punto que ya no valga nada, es un grave perjuicio para los empleados, para sus dueños y para Antioquia. EDATEL y sus socios deberían acelerar la negociación con UNE para que EDATEL sea absorbida o comprada por UNE lo más pronto posible y para que UNE diseñe un nuevo y audaz plan contemporáneo de telecomunicaciones para todo el Departamento.
Hay que ayudar al Desarrollo de todas las regiones. Tan detestable es el centralismo de Bogotá como la macrocefalia de desarrollo de una ciudad como Medellín con respecto a los demás municipios de Antioquia. Con la desaparición de EADE en energía, EPM ha hecho una excelente labor en los municipios de Antioquia. Ahora le toca a UNE recibir la desaparición de EDATEL y aprovechar para ayudar a modernizar las comunicaciones en todo el territorio antioqueño.
Si así lo deseara, bienvenida UNE como líder de las comunicaciones de los 122 municipios antioqueños y sus regiones. Qué bueno sería que las llamadas entre teléfonos fijos de todos los municipios de Antioquia se cobraran como llamadas locales y que cada uno de los municipios tuviera los mismos servicios que de tan buena calidad ofrece UNE en el Valle del Aburrá. La agonía de EDATEL puede ser un buen augurio y una fortalecida esperanza para el progreso de las comunicaciones en los municipios antioqueños.
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