martes, 22 de febrero de 2011

Sobre el escándalo picante del ITM


Hace más de cinco años no he visitado el Instituto Tecnológico Metropolitano, ITM. Tengo la impresión que es una entidad progresista y que hace mucho bien a los 21.000 estudiantes que asisten a sus aulas.
A principios de 2010 fui llamado para que ayudara cívicamente a resolver un conflicto al parecer personal que se presentaba entre el Rector Marduk Sánchez, el Vicerrector Néstor Rúa y la ExVicerrectora Milena Patiño.
La Doctora Patiño se sentía perseguida por las autoridades del ITM y por eso tiene quejas radicadas ante la Alcaldía y la Procuraduría. Y Directivos  del ITM se sentían calumniados por la Doctora Patiño, y por eso, la tienen demandada ante la Fiscalía por injuria y calumnia.
Se hizo una reunión de buena voluntad entre esos tres funcionarios de la Alcaldía de Alonso Salazar, que antes eran buenos amigos entre si y ahora son irreconciliables enemigos. El propósito de la reunión era ayudar a que cesara todo tipo de hostigamiento indebido de lado y lado. Nunca se habló de delitos.
Y así fue. Decidieron voluntariamente entre ellos acabar los hostigamientos indebidos y volver a la vieja amistad que los unió en el pasado. Y acordaron firmar un documento privado entre ellos. Lo escribieron y a los pocos días, de una manera individual, autenticaron sus firmas en notarias. Cuando estuvo listo, se nos pidió al empresario Augusto López y al exalcalde Luis Pérez estampar sus firmas en ese documento privado como componedores de  esa vieja amistad.
Por error involuntario, en el documento quedó una frase equivocada, cuando aparece que Milena Patino se “compromete a destruir pruebas” en lugar de “se compromete a destruir la copia de las pruebas”. Y es lo lógico. Es imposible destruir las denuncias o pruebas originales pues ya estaban radicadas en la Alcaldía, la Procuraduría y la Fiscalía. Y se rompían esas copias para no perturbarse el uno con el otro y dejar asi que las autoridades fallaran en justicia.
Ante este diablillo tipográfico, le solicitamos aclaración a la Doctora Milena.
Efectivamente, Milena Patiño aclara la situación en una carta que le envía al Concejal Bernardo Alejandro Guerra el 8 de octubre de 2010. Milena escribe al Concejal lo siguiente: “…De ninguna manera ni en ningún momento destruí pruebas o evidencias documentales que pudieran obstruir la labor de la justicia en las investigaciones contra el ITM… Completamente contrario a ocultar, informé a las instancias y organismos competentes, agotando el procedimiento formal escrito, sobre irregularidades que conocía del ITM, y aporté toda la documentación que tenía, según consta en los Rad.200900514402 del 2009/12/14, dirigidos al Alcalde de Medellín y Secretario de Educación, Rad.0006 del 14/01/2010 dirigido al Consejo Directivo, Rad. 17 Feb 2010 al Procurador, Rad.10110 del 14 Dic 2009 dirigido al Ministerio de Protección Social, Rad.0100-449783RER del Dic-21-2009 dirigido al Personero de Medellín, así como instauré denuncia por acoso laboral ante el Ministerio de Protección Social y ante la Procuraduría General de la Nación.
Y continua la carta: “…Mi compromiso fue destruir las copias de los originales que ya había entregado meses atrás a las autoridades….
Y termina: “… Y según consta en Acta de Conciliación Fracasada en proceso penal ante la Fiscalía General de la Nación, del 07/04/10, no me retracté en nada…
Más claro no canta un gallo.
Algunos Medios, y personas con instintos bajos, han ignorado la aclaración de Milena y han construido la comedia que se trataba de destruir pruebas. Este documento aclaratorio erradica cualquier duda pero lo han ignorado para que la novela levante pasiones y vuelvan los odios y no la paz en el ITM. Ocultar el documento aclaratorio es un acto que no ayuda a encontrar un camino que favorezca la entidad educativa sobre los intereses personales.
La tarea de la reunión era sentar como personas decentes a tres funcionarios de la alcaldía de Alonso Salazar que antes eran buenos amigos y ahora son enemigos. Todas las denuncias que tenían las partes están y han estado en la Fiscalía, Procuraduría y Alcaldía. Son desde su radicación documentos públicos inviolables. Ahí están los radicados para que investiguen y tengan las pruebas.

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